Dieta antes de una operación de obesidad
Una dieta antes de una operación de obesidad, parece imprescindible. Se le exige al paciente una preparación dietética para garantizar el éxito de la operación y minimizar los riesgos operatorios. En el siguiente artículo exponemos cómo es y cuánto dura la dieta preoperatoria.
Harto de probar las mil y una dietas sin obtener resultados definitivos, y por todos los problemas de salud física y emocional que le supone el exceso de peso, decide realizarse una Bypass Gástrico o un Tubo o Manga Gástrica (Sleeve).
Desde la clínica donde ha decidido intervenirse le informan de que los pacientes que se realizan una operación de obesidad deben tener una preparación previa a la operación. La dietista, le comenta que deberá comenzar a caminar o hacer 1 hora diaria de deporte adaptado a sus posibilidades y que además seguirá durante unas semanas una dieta estricta. Y usted, acto seguido piensa; ¿Qué? ¿Aún con una operación Tubo Gástrico o Manga Gástrica tengo que hacer una dieta más? ¿Es necesario?
Pues efectivamente, es necesaria una preparación física y dietética del paciente antes de la intervención (y si no le han informado de esto en la Clínica… preocúpese). Los pacientes deben conseguir una pérdida de peso previa con el fin de garantizar la seguridad y el éxito de la operación de obesidad, pero no desespere, porque esta dieta es la última que va a realizar en su vida.
¿En qué consiste la dieta antes de una operación de obesidad?
La dieta se basa en la toma de tres sobres diarios bajos en calorías y ricos en proteínas, que se venden en las farmacias en formato batidos (de consistencia líquida y de sabores de cacao, vainilla, fresa y café), en formato natillas (de consistencia más espesa y de sabores de cacao y vainilla) y en formato sopa (con sabor a verduras que a pesar de la primera impresión se agradece porque es el único sobre salado y da variedad a nuestra dieta). Además se toman dos zumos sin azúcar diarios, e infusiones edulcoradas a lo largo del día para “engañar al estómago” e hidratarnos al mismo tiempo. La duración de la dieta oscila entre 2 y 5 semanas, y se deben perder entre 5-20 kg en función del grado de obesidad inicial del paciente.
En ocasiones, dependiendo del tiempo de duración que el paciente debe seguir la dieta y de su grado de ansiedad por la comida, se pauta la ingesta de una pieza de fruta diaria que proporcione saciedad (ricas en fibra tipo pera o manzana tomadas con piel), y una pequeña ensalada a la hora de comer que deberá contener únicamente verduras (es decir, lechuga, tomate, zanahoria, cebolla, pepino, pimiento etc, pero la ensalada no puede contener maíz, queso, york, atún…).
Se trata de una dieta estricta de unas 800 kcal diarias (cuando lo normal es ingerir unas 2000-2500 kcal), pero todos los pacientes coinciden en que creían que les iba a ser más difícil de llevar. Además, el paciente está acompañado en todo momento por un equipo multidisciplinar de cirujano, dietista y psicólogo, que le controla la perdida de peso y le refuerza con fármacos o suplementos en caso de que sea necesario.
Por tanto, es importante que previamente a una operación de obesidad, el paciente realice una dieta ajustada a la perdida de peso necesaria y un ejercicio pautado adaptado a sus posibilidades.