El acompañamiento multidisciplinar durante el tratamiento farmacológico

En el tratamiento de la obesidad, un enfoque multidisciplinario es crucial para lograr resultados efectivos y sostenibles. Las guías de tratamiento recomiendan la modificación del estilo de vida, incluyendo mejoras en la nutrición y la actividad física. Sin embargo, muchos pacientes han intentado estas estrategias sin éxito, enfrentándose al temido efecto rebote. En este contexto, el uso de tratamientos farmacológicos, como la semaglutida o también conocido como Wegovy, emergiendo como una herramienta valiosa.

Los médicos son responsables de evaluar y diagnosticar la obesidad, prescribiendo tratamientos que pueden incluir terapia psico-nutricional, tratamiento farmacológico, balón ingerible o endoscópico, y cirugía bariátrica.

El tratamiento farmacológico, con medicamentos como Wegovy, juega un papel fundamental al facilitar la adherencia a los cambios en el estilo de vida. Combinado con el apoyo continuo de un equipo multidisciplinar, este enfoque integral tiene un impacto significativo en la salud y el bienestar emocional de los pacientes. En este artículo, exploraremos en profundidad cómo la inclusión de Wegovy en un tratamiento farmacológico y multidisciplinario puede transformar la vida de las personas que luchan contra la obesidad, ofreciendo una solución más efectiva y sostenible a largo plazo.

¿QUÉ ES UN TRATAMIENTO MULTIDISCIPLINAR?

Las guías de tratamiento de la obesidad recomiendan la modificación del estilo de vida, con la mejora de la nutrición y actividad física. Sin embargo, la gran mayoría de los pacientes que recibimos a diario en las clínicas de Obésitas ya han intentado esto en varias ocasiones, siguiendo diferentes dietas, basadas en la restricción de alimentos, y planes de ejercicio. Lamentablemente, muchos terminan fracasando y recuperando el peso perdido, e incluso, en muchas ocasiones, ganando más kilos, lo que se conoce como el efecto rebote.

En Obésitas apostamos por un tratamiento multidisciplinar, en el que se ven implicados médicos, nutricionistas y psicólogos para una atención holística e individualizada del paciente que sufre obesidad o sobrepeso. Y se preguntará ¿cuál es el papel de cada uno de ellos?

Los doctores son los responsables en realizar una evaluación exhaustiva del paciente para diagnosticar la obesidad y evaluar cualquier condición médica subyacente que pueda estar contribuyendo al aumento de peso. Esto puede incluir la medición del índice de masa corporal (IMC), la evaluación de la composición corporal, la revisión del historial médico y la realización de pruebas adicionales según sea necesario. Basándose en el perfil psico-nutricional recomiendan y prescriben un tratamiento específico para la obesidad que pueden incluir:

• Tratamiento psico-nutricional
• Tratamiento farmacológico
• Balón ingerible o endoscópico
• Cirugía bariátrica

Además, los médicos supervisan la respuesta del paciente al tratamiento y ajustan el plan según sea necesario para lograr los mejores resultados.

Los nutricionistas desempeñan un papel crucial en el tratamiento multidisciplinario de la obesidad al proporcionar orientación especializada e individualizada sobre la alimentación y la nutrición para ayudar al paciente a alcanzar y mantener un peso saludable.

Algunos aspectos claves del papel del nutricionista serían: La evaluación dietética, el diseño de un plan de alimentación personalizado, la educación nutricional del paciente, proporcionar apoyo, motivación y seguimiento regular del progreso del paciente para ajustar el plan de alimentación según sea necesario para lograr los objeticos de pérdida de peso y salud.

Los psicólogos abordan los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales que pueden contribuir al problema del peso. Realizan una evaluación exhaustiva de los factores psicológicos que pueden estar contribuyendo a la obesidad, como la ansiedad, la depresión, los trastornos alimentarios, los hábito alimenticios poco saludables y los comportamientos relacionados con la comida.

Ayudan a identificar los desencadenantes emocionales que pueden llevar a comer en exceso o adoptar hábitos alimenticios poco saludables. Además, trabaja con el paciente para desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento para desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento para el manejo de los desencadenantes emocionales y reducir la necesidad de recurrir a la comida como forma de afrontamiento.

También facilitan el desarrollo de estrategias para superar las barreras psicológicas y conductuales que pueden interferir en el tratamiento y proporciona apoyo emocional y motivacional durante todo el proceso de tratamiento.

LA IMPORTANCIA DEL PSICÓLOGO EN LA PÉRDIDA DE PESO

Los aspectos psicológicos están presentes antes, durante y después de tratar la obesidad, por lo que su comprensión y tratamiento es fundamental en el proceso de pérdida de peso.

Cuando se pone en marcha diferentes conductas para bajar de peso suelen aparecen dos dificultades: en primer lugar, las personas a menudo se tienen que enfrentar a emociones negativas como la falta de motivación para hacer ejercicio o la disminución del disfrute de la comida; y en segundo lugar, la influencia del entorno obesogénico, que constantemente expone a estímulos que promueven el consumo de alimentos poco saludables e incitan al sedentarismo. Además, se establecen estándares  de cuerpo normativos difíciles de alcanzar, que no necesariamente están relacionados con un estado físico saludable.

La gran mayoría de las personas con obesidad tiene o ha tenido una mala relación con la comida e identifican momentos en los que han utilizado ciertos alimentos como medio de calma o recompensa, en situaciones en las que se han sentido tristes o decaídas o por el contrario alegres y enérgicas.

Desde la terapia psicológica se pretende modificar hábitos de alimentación y actividad física, ayudar a las personas a reconocer dificultades o barreras en la pérdida de peso y trabajar recursos y habilidades para afrontarlas, además de, proponer estrategias basadas en la aceptación para hacer frente a las experiencias internas  ligadas al malestar emocional, que aparecerán inevitablemente a lo largo de toda la vida en diferentes situaciones.

También se abordan los aspectos emocionales implicados en el bienestar de la persona y su calidad de vida, debido a que están estrechamente ligados al mantenimiento  de la perdida ponderal a largo plazo.

BENEFICIOS DE LA TERAPIA PSICOLÓGICA EN LA BAJADA DE PESO JUNTO CON TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

El tratamiento farmacológico en la obesidad es una herramienta muy útil, para lograr adherencia al tratamiento nutricional y cambios en el estilo de vida, pero que por sí sola no provoca cambios puesto que debe ir unida a un cambio  de hábitos y rutinas.

Resulta indispensable el apoyo individualizado por parte de un equipo multidisciplinar, profesionales médicos, nutricionistas y psicólogos, para que haya un impacto significativo en los parámetros de salud, en la perdida ponderal  y en el bienestar emocional.

Algunos beneficios de la terapia psicológica en el tratamiento de la obesidad son los siguientes:

• Ayuda desarrollar hábitos saludables: Fomenta el cambio de hábitos hacia rutinas saludables en alimentación, ejercicio y bienestar psicológico, reduciendo las conductas asociadas al problema.

• Ayuda a identificar patrones emocionales: muchas personas utilizan la comida en respuesta a emociones como el estrés, la ansiedad, la tristeza o el aburrimiento. Además, explora cómo las experiencias pasadas y las creencias actuales influyen en las conductas alimentarias. Al identificar estos patrones de comportamiento el psicólogo puede ayudar a desarrollar estrategias más saludables para gestionar el malestar y abordar los aspectos emocionales específicos que están implicados en que los resultados en el cambio de peso, alimentación y ejercicio físico se mantengan a largo plazo.

• Es un apoyo para motivar al paciente, ayuda en la creación de objetivos realistas y alcanzables, así como en la planificación de pasos concretos para alcanzarlos, además de, ser un apoyo continuo para mantener la motivación durante el proceso de pérdida de peso.

Ayuda a identificar barreras u obstáculos que mantienen la obesidad así como a prevenir recaídas en patrones de conducta ligados a las conductas problema.

• Enseña a la persona técnicas de resolución de problemas, relajación, habilidades sociales, asertividad y manejo del estrés para prevenir que estos factores influyan en la obesidad a través de la alimentación emocional o el sedentarismo.

• Mejora la autoestima y la autoimagen, trabajar con ambas significa trabajar en autoaceptación y en la construcción de una imagen corporal positiva, independientemente del peso actual, el peso deseado y el peso saludable.

• Ayuda a la pérdida de peso desde la prevención de trastornos alimenticios, puesto que, acompaña en el proceso de pérdida de peso detectando y abordando comportamientos y pensamientos que puedan llevar a trastornos alimenticios, para que la pérdida de peso sea un proceso beneficioso para la salud física pero también para la salud mental.

• Incrementa el bienestar psicológico general de las personas con obesidad, enfocándose en la individualidad de la persona, más allá del peso, y estableciendo objetivos centrados en la salud física y mental.

• Mantiene una comunicación constante con los demás profesionales del equipo multidisciplinar para garantizar un seguimiento controlado del progreso en la pérdida de peso.

En resumen, la presencia del psicólogo en el tratamiento de la obesidad contribuye a una mejora general en el bienestar y la calidad de vida, haciendo que el proceso de pérdida de peso sea más manejable y sostenible en el tiempo. Además, proporciona herramientas y apoyo esenciales para abordar los diversos factores emocionales, cognitivos y conductuales que influyen en la pérdida de peso, promoviendo cambios duraderos y saludables a largo plazo.

BIBLIOGRAFÍA

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SEEDO. (2023).El abordaje psicológico, un aliado clave para hacer frente a la obesidad. Vidal Vademecum Spain.

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