Todo sobre Helicobacter pylori

Helicobacter pylori (H.pylori) es una bacteria gram negativa, está presente en el estómago de individuos y puede dar lugar al desarrollo de diversas enfermedades gástricas, como la gastritis crónica. Pero, solo una pequeña parte de pacientes infectados desarrollan patologías graves, como úlceras y carcinomas de estómago.

Gran parte de la población está afectada por esta bacteria, pues se encuentra en un 50% de la población humana y la infección puede llegar a alcanzar más del 70% en los países en desarrollo.

Formas de contagio 

No se sabe con total certeza las fuentes de contagio, pero la principal sospecha es que se puede propagar mediante el agua o los alimentos contaminados o por el contacto directo de boca a boca.

Por lo tanto, para prevenir la infección por Helicobacter pylori lo ideal es seguir unas buenas pautas de higiene, tanto personales como alimentarias.

Sintomatología 

Entre los síntomas más comunes producidos por la infección de Helicobacter pylori se encuentra:

• Náuseas y vómitos
• Hinchazón o inflamación estomacal
• Dolor de estómago
• Ardor estomacal
• Reflujo
• Pérdida del apetito y sensación de saciedad temprana
• Pérdida de peso involuntaria
• Anemia
• Debilidad
• Heces oscuras

Por otra parte, hay muchos casos en los que los pacientes son asintomáticos.

¿Cómo se si tengo Helicobacter pylori?

Si sientes alguno de los síntomas comentados, lo ideal es acudir a un especialista para conocer qué es lo que tienes exactamente, ya que la gran mayoría de patologías del aparato digestivo, tienen síntomas muy similares.

Existen diferentes exámenes para detectar la infección por H.pylori:

• Examen de sangre
• Examen coprológico
• Prueba del aliento
• Endoscopia (biopsia)

La prueba más común y menos invasiva es la prueba del aliento, en la cual se ingiere una solución con urea, si la bacteria está presente en nuestro estómago, ésta la transformará en dióxido de carbono,  se detecta por aire expirado después de 10 minutos. Previamente a la realización de esta prueba es recomendable que se eviten los antibióticos en las dos semanas de antes.

He dado positivo ¿Qué hago ahora?

Si el diagnostico de Helicobacter pylori es positivo, lo ideal es un trabajo multidisciplinar entre médico y nutricionista, ya que el médico se encargará de pautar la medicación adecuada y el nutricionista se encargará de disminuir la sintomatología mediante las pautas alimentarias y así tener una recuperación temprana.

Tratamiento de erradicación

Para la mejora de los síntomas el especialista se encargará de pautarle un tratamiento farmacológico, el tratamiento más común consiste en tomar:

• Antibióticos, debido a la infección producida por la bacteria.
• Inhibidores la bomba de protones, para inhibir la producción de ácido en el estomago (Por ejmplo, omeprazol)

El medico se encargará de especificar la duración del tratamiento, pero  la recomendación suele ser de entre unos 10 a 14 días. El tratamiento consigue erradicar la infección en la gran mayoría de los casos.

SIEMPRE se deberá consultar al médico acerca del tratamiento, ya que debido al abuso de la ingesta de antibióticos por la población, las bacterias desarrollan resistencias dando lugar a nuevas necesidades de utilizar nuevos antibióticos.

Dietoterapia para Helicobacter pylori

La alimentación también es un factor muy importante para tener una mejor evolución, reducir los síntomas y las molestias y recuperar las funciones digestivas.

La dieta recomendada es de fácil digestión, blanda o de protección gástrica y estará adaptada a la persona y al tratamiento que pueda estar realizando. Se deberán evitar alimentos que favorezcan a la irritación e inflamación estomacal, como por ejemplo:

• Alcohol
• Sustancias excitantes: café, té y cacao.
• Zumos y bebidas con gas.
• Cítricos
• Vegetales flatulentos
• Bollería, fritos y rebozados.
• Picante

Por otra parte, deberemos incluir en nuestra dieta:

• Cereales refinados: Arroz, pasta, quinoa, cous cous, pan, patata (vapor/hervida)…
• Frutas cocidas (compota o asada) o muy maduras.
• Verduras cocidas.
• Proteína animal: Carne blanca, pescado blanco, huevo (preferiblemente la clara), yogur, queso fresco o requesón.
• Proteína vegetal: Legumbres peladas, en puré o en hummus.
• Aceite de oliva virgen extra o aguacate.

Se aconseja que elimine el tabaco, mastique lenta y tranquilamente, coma más veces al día pero en menor cantidad, no se tumbe nada más comer, no ingerir alimentos ni muy fríos ni muy calientes. En cuanto a las técnicas culinarias se recomienda el vapor, al papillote o hervidos.

Es recomendable que para asegurar el éxito del tratamiento dietético se cuente con el asesoramiento y apoyo de un dietista-nutricionista, para la valoración de las posibles carencias nutricionales de la dieta y suplementar los nutrientes necesarios.