¿Están indicadas las operaciones de obesidad en pacientes con obesidad Tipo I?
La obesidad se debe considerar como una enfermedad crónica que compromete de forma importante la salud de los pacientes. La obesidad Tipo I, ya repercute negativamente en la salud, y puede causar enfermedades asociadas y disminuir la esperanza de vida. Tradicionalmente se han relacionado las operaciones de obesidad con pacientes que presentan IMC superiores a 35 (obesidad Tipo II) y no para obesidad Tipo I.
Debido a la evolución tecnológica, las técnicas quirúrgicas de obesidad son cada vez más seguras. La aplicación de técnicas laparoscópicas y anestesia mini-invasiva, reducen el riesgo enormemente, y nos permiten replantear algunas indicaciones.
¿Está indicada la cirugía en paciente con IMC bajos (menos de 35 kg/m2)?
Basándonos en las últimas publicaciones y en las recomendaciones de la Sociedad Americana de Cirugía de la Obesidad y Metabólica ASMBS:
- La obesidad tipo I (IMC 30-35 kg/m2) empeora la calidad de vida, exacerba enfermedades que ya padece el paciente, origina nuevas enfermedades y disminuye la longevidad. Por todo ello estos paciente necesitan un tratamiento eficaz y duradero.
- Los tratamientos médicos habituales que se utilizan en la obesidad Tipo I son frecuentemente insuficientes, no controlando la pérdida de peso a medio y largo plazo y a menudo se muestran poco efectivos en el control de las enfermedades directamente relacionadas con la obesidad.
Hasta ahora se indica una operación de obesidad, solo para IMC superiores a 35 kg/m2. Tipo II, y quedarían excluídos los pacientes con obesidad Tipo I. Este criterio tiene su origen en la época en que estas cirugías eran abiertas y las complicaciones eran muchísimo más frecuentes que en la actualidad. No existe evidencia desde el punto de vista de la eficacia del tratamiento ni desde el punto del coste-efectividad para que el grupo de obesidad tipo I tenga que ser excluido de un posible tratamiento quirúrgico.
En los pacientes con IMC entre 30 y 35 que presentan enfermedades relacionadas con su obesidad, y que podrían mejorar o curar con una disminución de peso, y que con los tratamiento no quirúrgicos no se ha conseguido dicha pérdida de peso de una forma duradera, debería considerarse la cirugía laparoscópica de la obesidad.
De hecho, cada vez más grupos indican a sus pacientes cirugía bariátrica-metabólica, operación de diabetes tipo 2, en pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad tipo I.
El reto que ahora nos propone la ASMBS, es valorar si la cirugía es beneficiosa y segura para cada caso particular, en pacientes con enfermedades distintas de la diabetes, y obesidad tipo I asociada.\
Estudios realizados en el último año indican que la seguridad y eficacia de la cirugía de la obesidad en pacientes con IMC bajos es similar a los resultados en pacientes con IMC por encima de 35.
Conclusión
Con todo lo anterior, se debe evaluar un posible tratamiento quirúrgico de la obesidad en pacientes con obesidad tipo I, que no han respondido de forma adecuada a los tratamientos médicos bien realizados, y con enfermedades asociadas susceptibles de mejora o curación con la pérdida de peso.
No se les debe excluir de esta opción de tratamiento que puede ser, al fin, el que les ayude de forma definitiva.
Nota aclaratoria:
Obesidad Tipo I IMC 30/35 obesidad moderada
Obesidad Tipo II IMC 35/40 obesidad severa
Obesidad Tipo III IMC 40/50 obesidad morbida