A continuación les presentamos un vídeo figurativo sobre la implantación del balón intragástrico:

El balón intragástrico es un sistema muy seguro y eficaz que le permitirá perder entre 15 y 25 kilos de peso.

No es una operación. Se realiza sin necesidad de ingreso hospitalario ni anestesia general. No es un tratamiento definitivo.

Se trata de un pequeño balón de silicona que se implanta en el estómago a través de la boca mediante una simple endoscopia con sedación. El paciente no nota ninguna molestia.

Inicialmente se examina el estómago con el endoscopio para asegurarse de que el estómago  no tiene ninguna enfermedad, a continuación se introduce el balón deshinchado y bajo visión directa se va hinchando progresivamente con azul de metileno entre 400 y 700 centímetros cúbicos, según el tamaño del estómago.

Aun que son excepcionales las fugas o roturas, el azul de metileno permite controlar estas posibles incidencias que se manifestarían apareciendo el colorante en la orina.

El balón intragástrico produce un doble efecto; que el paciente se sacie con una cantidad de alimentos pequeña; que la sensación de saciedad sea más prolongada, disminuyendo el ansia por comer exageradamente o por picotear con frecuencia.

En este tratamiento es muy importante que el paciente esté dispuesto a colaborar en un programa de cambio de hábitos dietéticos. Este cambio de hábitos y de la mentalidad es el que asegura el mantenimiento de la pérdida de peso cuando se retira el balón.

A los seis meses, el balón se retira mediante endoscopia con sedación. Se punciona, se aspira el líquido del balón y se extrae por la boca mediante un sencillo sistema. El procedimiento dura de 15 a 20 minutos.

Un estudio sobre los pacientes de nuestra consulta demuestra que cuando se han realizado los cambios de hábitos necesarios y el paciente ha perdido el peso esperado, al año de retirado el balón, todavía se mantiene la retirada de peso.

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