La obesidad debe plantearse como un problema de salud, no solamente se trata de un tema estético. Causa problemas metabólicos, cardio-circulatorios, pulmonares, además de los articulares. Por lo tanto cuando nos planteamos realizar una intervención de obesidad a un paciente, necesitamos primero un estudio clínico exhaustivo, un estudio preoperatorio que nos dará cual es la situación clínica del paciente y nos permitirá prepararle adecuadamente de cara a la intervención.

Este estudio clínico exhaustivo junto con la evaluación anestésica, nos va a permitir que el paciente esté en las mejores condiciones, tanto físicas como psicológicas, para poder enfrentarse a esta operación. Esta preparación preoperatoria es muy importante.

La preparación preoperatoria va a incluir dieta, ejercicio físico y ajuste de la medicación preoperatoria, pues es importante que los medicamentos que se está tomando el paciente y otros que se le darán, se regulen durante este periodo.

Durante la cirugía utilizamos métodos anestésicos punteros, por supuesto, aparataje, tecnología, medicación, monitores, etc. todo lo mejor para poder garantizar una seguridad en un nivel adecuado, para que la cirugía prosiga de la manera más segura de lo posible.

En el postoperatorio inmediato se va a buscar el mayor nivel de confortabilidad del paciente, de hecho, durante las primeras horas el dolor es mínimo, sólo son unas molestias abdominales y de lo único que suelen quejarse los pacientes, es de una sensación de nauseas, es más una sensación de malestar que se va en unas pocas horas.

Los pacientes operados con estos niveles de tecnología y seguridad de preparación no necesitan UCI, la reincorporación va a ser muy rápida, en un par de horas los pacientes van a poder levantarse, pues el objetivo es que se reincorporen lo antes posible a su vida diaria, que puedan pasear, que puedan movilizarse, y de hecho van a poder beber agua en las 4 primeras horas después de la operación.

Durante la operación, la aplicación de métodos anestésicos punteros así como en lo último de medicación, aparataje, monitores, etc. y una formación continuada adecuada, hace que esta cirugía sea muy segura incluso en un paciente complejo, como es el paciente obeso y que las complicaciones sean excepcionales.

En definitiva, las operaciones de obesidad son delicadas y el paciente es complejo, pero en manos de un equipo experto que cumple los requerimientos de calidad adecuada, los riesgos se minimizan y  los resultados son excelentes.

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